Si hace unos años nos hubieran dicho que un karateka muerto hace varios años iba a vender todoterrenos nos hubiéramos partido de risa. Peor resulta viendo sus películas, que me gustan a pesar de no ser muy buenas. Pero en publicidad, las cosas funcionan de otra forma. Una idea que según el color del cristal que se mire puede ser estúpida, acaba siendo un éxito.
Be water my friend ha sido uno de los mejores anuncios que se han hecho últimamente. Ha conseguido captar la atención del público, que no es poco cuando se trata de un anuncio que es emitido junto con otros 15. Las pausas de la publicidad son agotadoras, odiosas y aburridas. Un tiempo en el que, al menos yo, se aprovecha para hacer otra cosa y se deja de atender a la pantalla. La otra opción es cambiar de canal. Los más jóvenes están tomando la habilidad de ver 2 ó 3 programas a la vez, aprovechando el tiempo que las cadenas pretenden utilizar para rentabilizarlo.
En cambio este anuncio fue efectivo, viral y rentable. Los blogs empezaron a mostrar el anuncio y se redescubrió a Bruce Lee (aunque esta no fuera la intención del anuncio). Algún blogger incluso incluyó una cita en la página principal. Por supuesto las réplicas en YouTube no se hicieron esperar y ahora podemos aburrirnos viéndolas. Respecto a la rentabilidad del anuncio, las ventas del X3 BMW se incrementaron un 73%. No está mal para un muerto.