El escritor de negocios Tom Peters dijo una vez que «una carrera es una cartera de proyectos que te enseñan nuevas habilidades, a adquirir nuevos conocimientos, a desarrollar nuevas capacidades, a mejorar tu equipo de trabajo y a reinventarte constantemente como una marca».
En un tiempo donde dejarse llevar por el impulso de mirar lo primero que aparezca en Netflix, resulta más motivador que sumergirse en la lectura de un libro que nos haga pensar; donde la metralla de información recibida a diario aniquila nuestras ganas de aprender; donde las empresas ascienden y se derrumban en cuestión de meses; y donde aplicaciones gratuitas van reemplazando nuestros puestos de trabajo; nuestro éxito laboral depende cada vez más de nuestra capacidad de reinventarnos… y esa capacidad sólo puede ser alimentada justamente por un deseo constante de aprender.
Ya que obtener y conservar un empleo en una industria determinada por décadas está pasado de moda, siendo un subproducto de la mentalidad industrial, hoy en día no es raro oír hablar de cambios de carrera drásticas: como un CPA que se convierte en un instructor de yoga o alguien que deja un trabajo que tenía hace una década para dedicarse al arte. Estas transiciones no sólo son difíciles, sino que requieren una mentalidad flexible y un gran poder de auto-motivación.
Aprender a implementar la auto-educación como un hábito diario, nos permitirá perfeccionar nuestras habilidades actuales y desarrollar nuevas capacidades, enriqueciendo nuestro modo de pensar y preparándonos mejor para enfrentar esas transiciones bruscas cuando llegue el momento.
Para esto, Paul propone acá una serie de hábitos diarios que pueden ayudarnos a mantener vivas nuestras ganas de aprender:
· Inspirarse en héroes del pasado:
Podemos elegir nuestros propios héroes como verdaderos maestros, estudiar su trabajo y sus experiencias, e identificar los elementos específicos que los hicieron grandes, para utilizar esas lecciones en nuestras propias vidas. Incluso podemos aprender que los inspiró y ampliar sus nuestros conocimientos a partir de ahí.
· Aprovechar los recursos educativos gratuitos:
Las herramientas y plataformas que posibilitan el auto-aprendizaje gratuito están creciendo día a día. Sitios web como Creativelive, Skillshare y Khanacademy, por ejemplo, ofrecen contenido que es muy valioso. Hoy tenemos muchísimas herramientas y opciones que ni siquiera podíamos imaginar hace 20 años.
· Explorar temas diferentes:
Si devorandamos el mismo tipo de información constantemente, es hora de cambiar de rumbo, de aventurarnos en esos temas con los que no estamos familiarizados y extraer ideas que tienen el potencial para conectarlas después. Lo que en el momento puede parecer sin importancia, su conexión posterior con otras ideas puede dar origen a algo nuevo y mucho mejor.
· Hacer del aprendizaje un hábito:
Sin el deseo insaciable de aumentar nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, nos estancamos. Sin embargo, el aprendizaje es el elemento vital de una carrera exitosa y está al alcance de todos. No es ni un rasgo de la personalidad ni un don de unos pocos. Se necesita humildad para reconocer que tenemos mucho que aprender, pero a la vez esta comprensión puede ser un catalizador para el tipo de formación continua que nos ayude a mejorar, prosperar y contribuir de una manera profundamente significativa en nuestra vida y nuestro trabajo.
A su vez, es importante que nos involucremos, discutamos y experimentemos con los conocimientos obtenidos. Para eso, Paul aconseja:
· Organizar grupos de estudio con compañeros de trabajo o amigos.
· Poner en práctica lo aprendido.
· Cuestionar e indagar todo.
· Compartir los nuevos conocimientos.
· Tomar todos los apuntes en un mismo cuaderno.
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Fuente: Paul Jun a través de 99u.com
Foto vía: rabbiconsulting.com